lunes, 9 de agosto de 2010
Placeres
Pudiera sentarme por horas a escribir innumerables inconformida- des. Pudiera pasar años caminando y observando todo lo feo y bonito que me rodea. Pudiera pasar días con los ojos cerrados escuchando el silencio y el atormentante ruido que, en ocasiones, acaricia el placer. Pudiera pasar una vida entera haciéndome preguntas y, tal vez, 20 vidas más buscando las respuestas. Pudiera amar tanto que, de manera egoísta, me olvidaría de mí. Pudiera soñar tanto que, al despertar, no recordaría nada y, en ocasiones recordaría más de lo que soñé. Pudiera llorar litros que darían gusto a un guiso. Pudiera reír por horas, hasta que me doliera la barriga. Pudiera dormir días y sentirme un parásito. Pudiera sentarme a ver amaneceres y atardeceres a la orilla de todos los mares y no me cansaría. Pudiera pararme bajo la lluvia hasta que escampe. Pudiera estar en cualquier lugar y pensar lo que quiera porque soy libre. Pudiera volar.
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