¿Por dónde empezar? Clásica pregunta que nos hacemos todos cuando tenemos algo por delante y no sabemos como afrontarlo. Le pasa a los niños, a los viejos, a los calvos, a los ricos, a los pobres y a los paracaidistas. Esta pregunta es muy interpretada por la gente como estar sumiso en el vacío, como no tener un motor que te mueva o como estar estancado. Pero si nos damos cuenta, al preguntarnos “¿por dónde empezar?”, ya comenzamos. Hacernos esa cuestión es haber comenzado a afrontar tu peo. Desde que te hiciste esa simple pregunta, iniciaste el proceso de caerle de frente al asunto. Esas tres palabritas de la pregunta, implican que ya tuviste la suficiente astucia como para detenerte a pensar y saber que tienes que iniciar algo para resolver cierta situación. Tal caso, ocurre en este preciso instante. Estaba sentado en frente de mi PC y no tenía mucho oficio, así que sin pensarlo dos veces me dispuse a escribir. Abro mi documento y cuando veo la página en blanco, me di cuenta que no tenía nada en la cabeza, solo el deseo de escribir y la estúpida, pero inteligente a la vez, pregunta ¿por dónde empezar?. Un minuto más tarde me di cuenta que ya había empezado y 3 minutos después, me encuentro gozando de la escritura; no se si es que me inspiré en el monitor de la PC o es el olor penetrante de pintura que hay en el ambiente. Inténtalo; comienza por no enrollarte, ocúpate de ti.
jueves, 19 de junio de 2008
jueves, 12 de junio de 2008
La sociedad y el intercambio de fluidos a temprana edad
Antes que nada es importante pedir perdón a todas las personas que han estado pendientes y que son fieles lectores de este blog. He estado ausente por muchos días, ya que he tenido exceso de trabajo y un sinnúmero de proyectos que me tienen ocupado. Ummm... ¿Acaso alguien lee este blog? Pues, ¿para qué preocuparme?
Ayer estaba caminando por cierto lugar y pasé por el lado de una plaza cualquiera. En un banquito estaba sentada una muchachita con su camisita azul, típica de los tres primero años del liceo. Encima de esa fulanita estaba un tipo mucho mayor, digamos que al ojo por ciento aparentaba unos 25, es más, el carajo tenía lipa y todo (buena señal de haber superado la adolescencia). Una guevonada de latazo que me pillé. Aquel acto público, que por poco se hacía más bien púbico, me hizo reflexionar sobre ciertas situaciones que se presentan hoy en día.
Resulta que la juventud está corrompida. La sociedad está vuelta mierda. En mis épocas de adolescente, recuerdo que cuando una pareja de liceo se daba los besos, era una vaina impresionante y hasta causaba polémica. Imagínense lo que causaba en el entorno el chisme de que Pepe se pegó a Petra. Hoy en día las cosas han cambiado significativamente. Aquel acto público presenciado ayer, puede verlo cualquier persona, en cualquier lugar, a cualquier hora. Tómese un minuto para ver alrededor y fijarse en los atuendos que lucen hoy las niñas quinceañeras: licras mata pasiones, mini faldas grotescas, escotes extremos e, incluso, ya tienen las tetas operadas. Después de realizar esas observaciones, imaginen cómo serán de vulgares, inconscientes y pervertidos, los noviazgos en los liceos de hoy. Seguramente las niñas a los quince, ya están desvirgadas. ¡Qué bolas!.
Esta situación puede ser interpretada como un reflejo normal del mundo que vivimos hoy. El entorno influye en todo y los seres humanos evolucionamos. Pero si seguimos a este ritmo, la cosa se va a poner bien jodida en unos años. Supongamos que hoy tengo una hija. 15 años después, en el año 2023 (cuando ya Chávez no estará en el power mesmésemo), está clarísimo que esa hija repartirá culo adrede. De esta manera, sería imposible luchar contra la sociedad y contra la juventud. Cuando llegue aquel año, si no me han entrado moscas en la boca, tendría que decirle a mi hija al salir: “Mosca con las enfermedades, mete este condón y este lubricante en tu cartera… Que Dios te bendiga mi niña”.
Ayer estaba caminando por cierto lugar y pasé por el lado de una plaza cualquiera. En un banquito estaba sentada una muchachita con su camisita azul, típica de los tres primero años del liceo. Encima de esa fulanita estaba un tipo mucho mayor, digamos que al ojo por ciento aparentaba unos 25, es más, el carajo tenía lipa y todo (buena señal de haber superado la adolescencia). Una guevonada de latazo que me pillé. Aquel acto público, que por poco se hacía más bien púbico, me hizo reflexionar sobre ciertas situaciones que se presentan hoy en día.
Resulta que la juventud está corrompida. La sociedad está vuelta mierda. En mis épocas de adolescente, recuerdo que cuando una pareja de liceo se daba los besos, era una vaina impresionante y hasta causaba polémica. Imagínense lo que causaba en el entorno el chisme de que Pepe se pegó a Petra. Hoy en día las cosas han cambiado significativamente. Aquel acto público presenciado ayer, puede verlo cualquier persona, en cualquier lugar, a cualquier hora. Tómese un minuto para ver alrededor y fijarse en los atuendos que lucen hoy las niñas quinceañeras: licras mata pasiones, mini faldas grotescas, escotes extremos e, incluso, ya tienen las tetas operadas. Después de realizar esas observaciones, imaginen cómo serán de vulgares, inconscientes y pervertidos, los noviazgos en los liceos de hoy. Seguramente las niñas a los quince, ya están desvirgadas. ¡Qué bolas!.
Esta situación puede ser interpretada como un reflejo normal del mundo que vivimos hoy. El entorno influye en todo y los seres humanos evolucionamos. Pero si seguimos a este ritmo, la cosa se va a poner bien jodida en unos años. Supongamos que hoy tengo una hija. 15 años después, en el año 2023 (cuando ya Chávez no estará en el power mesmésemo), está clarísimo que esa hija repartirá culo adrede. De esta manera, sería imposible luchar contra la sociedad y contra la juventud. Cuando llegue aquel año, si no me han entrado moscas en la boca, tendría que decirle a mi hija al salir: “Mosca con las enfermedades, mete este condón y este lubricante en tu cartera… Que Dios te bendiga mi niña”.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)